lunes, 14 de noviembre de 2011

MAÑANA SE ACABA EL MUNDO



Todos los días se acaba el mundo para quienes somos pesimistas. Indudablemente, el hombre que no tiene fe y esperanza, es un hombre muerto.
Decir, el mundo se acaba mañana marca la diferencia entre un hombre pesimista y uno optimista.  Como el mundo se acaba mañana entonces dormiré tres o cuatro horas más. No tiene sentido servirse una pitzza DOMINO crocante, servirse una nutritiva receta de Betty Kruger, en estas condiciones para que una tarjeta DINERS CLUB, tampoco tiene sentido comprarse una MAZDA que es el anhelo de toda la vida. Para que ir de vacaciones a Cancún, volar cómodamente en American Airlines. Nosotros los pesimistas somos profetas de la desdicha y pronosticamos Terremotos y tormentas por doquier. No hay un día soleado, alegre para la vivencia pacífica. Dije mañana se acaba el mundo porque no hay futuro, no hay esperanza.
Los optimistas, muy por el contrario, viven para el mañana, siempre tienen en mente un mundo mejor, distinto, más comodidad y si no fuera por ellos no existirían los nuevos descubrimientos y la tecnología.
Ha visto usted a un humorista encogido de hombros, no ellos son gente activa, están buscando e imaginando formas para robarle una sonrisa, de mirar la parte gratificante de la adversidad, están imaginando como sería serpiente o una tortuga riéndose de oreja a oreja.
Mientras pienso que mañana se acaba el mundo han transcurrido 24 horas y el futuro se ha convertido en presente y pasarán 24, 48, 72 horas, así sucesivamente. Bueno para que seguir escribiendo si mañana se acaba el mundo y no habrá quien lea este artículo. Perdón por la omisión, dije mañana se acaba el mundo pero no dije la hora.

No hay comentarios: