lunes, 5 de diciembre de 2011

ENTRE LA PRISIÓN Y LA GLORIA

Para el hombre la distancia que existe entre la prisión y la gloria es infinita. En cambio, para Dios, la distancia entre la prisión y la gloria está a un solo paso como ilustra los ejemplos siguientes:
Según el libro del Génesis del antiguo Testamento, capítulos 37-49 sobre la historia de José manifiesta que antes de ser nombrado Virrey pasó por más de dos años en prisión.
El otro caso es el de Jonás (libro de Jonás, Cáp. 2), relata que permaneció en el vientre del pes por tres días y tres noches desde donde clamó a Dios.
El tercer caso, es del Señor Jesucristo que antes de ser llamando ante el Sanedrín lo tomaron prisionero como si fuese un ladrón y posteriormente lo crucificaron, de acuerdo al relato que hace en el evangelio de San Mateo, en el Nuevo Testamento de la Biblia.
La prisión en muchos casos es como una forma de expresión, puede presentarse por un período de confusión, de dudas, un momento sin salida.
Señales.- existen al menos las siguientes señales que se presentan en estos casos:
1. El o los motivos por los que se encuentra en prisión (sin salida): económico, accidente, separación, confusión, etc.
2. Existe al menos un instrumento del que se vale Dios para que esté en prisión y sacarle de ahí, posteriormente bendecirle con su gracia.
3. Como en el caso de José que le regaló Dios el Don de los Sueños, creo que a cada persona lo regaló uno
4. El pensamiento de la persona que se encuentra en prisión.
Si miramos de otra manera: el período de prisión para cada persona, es una etapa de meditación, reflexión, etapa para enmendarse, corregir alguno que otro error, un período de silencio como bien lo anota el Dr. Wayne Dyer en su libro: 10 SECRETOS PARA CONSEGUIR EL ÉXITO Y LA PAZ INTERIOR.  

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