RELATO QUE ALIMENTA EL ESPIRITU

La primavera renueva la vida; hojas, flores silvestres, una camada de cachorros. Así como el cambio de estación aspiramos a que en mi familia; todo sea amor, cariño, afecto, para mi familia la religión sea una ayuda, con la esperanza y la fe de que el curso de la vida mejore diariamente. Que los sentimientos negativos, de odio, de rencor, el egoísmo se desvanezcan. Medito y respiro concientemente una dos, tres, cuatro y cinco veces.  

Con frecuencia mi  familia organiza reuniones, eventos paseos con la finalidad de mantenernos unidos y por cada una de estas ocasiones se prepara los alimentos que vamos a compartir  y servir. Siempre pensando en el bienestar y la prosperidad. Evitamos en lo posible, comentarios y críticas que puedan herir a los sentimientos de los miembros de la familia, presentes. De pronto, me tomo algunos minutos para meditar, reflexionar, conservar la calma y pienso que la respiración es un recurso muy útil, muy necesario para superar todos los sentimientos negativos que se presentan, evitar las contrariedades y los momentos de ira. Por segunda ocasión, me dispongo a respirar lenta y profundamente: una dos, tres, cuatro, cinco veces. Con esta respiración me siento más relajado (a). Vuelvo a la reunión y observo que todo es cordialidad.

Queda siempre esa sensación de felicidad, alegría. La seguridad de que todo está bien. Queda siempre el pensamiento de que la vida no es solamente quejas, preocupaciones, problemas, sino también momentos gratos que se los puede disfrutar plenamente. Así, tengo un sentimiento de gratitud a la vida porque es generosa con mi familia y conmigo. Ya cuando ha llegado el momento de ir a descansar, me dispongo a realizar el ejercicio diario de la meditación, la respiración pausada y con la confianza de que el día de mañana será mejor y nos traerá noticias agradables. Con la satisfacción de que este día ha sido muy placentero, me dispongo a respirar; una dos, tres, cuatro y cinco veces y regalarle algunos minutos como muestra de mi gratitud a  nuestro Dios.

Como funciona?

Para que esta hoja sea de mayor utilidad, es necesario que intervengan dos personas. Mientras la una persona lee la hoja de una manera pausada, la otra persona se sienta cómodamente, cierra los ojos y sigue el contenido de la lectura. Se lo puede hacer una vez por día y durante tres días. Si desean pueden intercambiar la hoja.